IV Congreso Internacional Teresiano: Las Moradas. Crónica del jueves 5 de septiembre

05.09.2013 11:02

La tercera jornada del Congreso fue significativamente intensa. No tanto por el número de conferencias, cuanto por la densidad de los temas y por el grado de especialización de los ponentes. Tres vertientes temáticas que han iluminado y evidenciado temas de gran resonancia en la obra del Castillo Interior.

La primera intervención fue a cargo del gran especialista teresiano, profesor emérito de Comillas y colaborador habitual de la Universidad de la Mística, el P. Secundino Castro. El título de su intervención apuntaba a lo esencial de su exposición: Cristo en Moradas, o Moradas la revelación de una deslumbrante Cristofanía. Según la investigación llevada a cabo por el P. Secundino, Jesucristo es la experiencia central y más luminosa de las Moradas. Él da trabazón a todo el despliegue y llena de luz el Castillo, que enseguida se transfigura en la Tierra prometida, la Ciudad celeste de Jerusalén. El resplandor se va difundiendo de morada en morada, mientras Jesucristo se va dejando experimentar, en niveles de infinitud y de humanismo, a modo de historia de salvación mediante categorías preferentemente bíblicas: el Paraíso del Génesis, el Desierto del Éxodo, la Bodega del Cantar, el Seguimiento, el Cenáculo, el Sepulcro del Resucitado. Es el Pastor que conduce a las aguas, el Señor de la alianza, el Esposo del alma. Su persona tamizada por su historia desborda las Moradas. Las Moradas son una impresionante Cristofanía.

La segunda intervención estuvo a cargo del P. Maximiliano Herráiz, también uno de los mayores exponentes del pensamiento teresiano y editor de sus obras completas. En la actualidad el P. Maximiliano es miembro residente de la comunidad del CITeS. Centró su discurso en lo que podría denominarse el corazón de la doctrina y experiencia de Teresa: cual maestra de oración y maestra de espirituales. Para el P. Herráiz la auténtica oración teresiana no puede entenderse como una simple práctica, sino como un modo de ser y de vivir que ha de abarcar la vida entera. Una vida, al igual que la de Teresa, que se va forjando en la amistad con Dios que ha de vivirse y plasmarse en la auténtica actitud de servicio, que ha de empapar toda acción humana, ya sea una práctica de la oración, ya sea un ejercitarse en el servicio y amor al prójimo.

Cerró las intervenciones el abulense José Manuel Sánchez Caro, quién con su reconocida preparación y jovialidad en la exposición, afrontó el tema: la Sagrada Escritura en el Castillo Interior de Santa Teresa. En su conferencia se ciñó al estudio de los datos que en Las Moradas pueden rastrearse acerca del uso que santa Teresa hace en este escrito de la Sagrada Escritura. Afirmaba Sánchez Caro: "He buscado todas las referencias bíblicas en Las Moradas, tanto las evidentes, como las que son únicamente alusiones o ecos de la Sagrada Escritura. He intentado calificarlas según diversas categorías y he tratado de sugerir la fuente de su uso." Al final, formuló unas sobrias conclusiones, que se refieren sobre todo a esta obra, aunque sin duda ayudarán a perfilar mejor la situación y actitud de Teresa de Jesús en relación con la Sagrada Escritura y con la Biblia. Entre las conclusiones, sobresale el amplio número de citas bíblicas en un escrito tan corto (130-140 del AT; 80-90 del NT).

La tarde tuvo una orientación diferente a la habitual. Se dedicó a una visita teresiana de nuestra ciudad, pero acompañada de la animación teatral de tres escenas relacionadas con la vida de Santa Teresa, a cargo del grupo teatral Nueva Escena. En la capilla de la Universidad de la Mística se representó "Duelo en las alturas"; en la Plaza de la Santa "A tierra de moros", y en la Plaza del convento de San José: "Estampas teresianas: la primera Fundación".