Lectio Divina III Domingo de Cuaresma . P. Julio Gonzales C. ocd

04.03.2013 20:32

 

                  

Lecturas bíblicas

a.- Ex. 3,1-8.13-15: Yo soy me envía a vosotros.

b.- 1Cor.10, 1-6.10-12: La roca era Cristo.

c.- Lc.13,1-9: Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.

ESQUEMA

1.- Invocación al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo…

2.- Acto Penitencial: Perdón Señor…

3.- Oración: Señor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados; mira con amor a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas. Por nuestro Señor.

4.- Lectio divina:

a.- ¿Qué dice la lectura?

- “Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas” (Lc.13,2ss).

El evangelio de hoy tiene dos momentos: la invitación a la penitencia (vv.1-5),  y la parábola de la higuera estéril (vv.6-9). Luego de hablar de las señales de los tiempos (cfr. Lc.12, 54-59),  le vienen a Jesús con la noticia, que Pilato había degollado en el atrio del templo a unos galileos, mientras ofrecían sacrificios. Lo más horrible es que además habían mezclado la sangre de estos galileos, zelotas que buscaban un cambio político, por medio de la violencia, con la sangre de los sacrificios. La muerte de estos galileos ocurre en tiempo de Pascua, cuando debido al aumento de los fieles, los hombres degollaban los corderos, y los sacerdotes derramaban la sangre sobre el altar. Era una verdadera profanación de los sacrificios lo hecho por Pilatos y su gente, mezclar sangre humana con la de los animales, una ofensa a Dios. La gente pensaba, que  les había sucedido eso porque eran pecadores y Dios los había castigado. Jesús, les deja en claro, que esos galileos no eran más pecadores que los demás hombres, todos somos pecadores, reos del castigo divino. La necesidad de conversión es una urgencia, algo permanente. Jesús cita el caso de la torre de Siloé que cayó y mató a dieciocho personas: “¿pensáis que eran más culpables que todos los habitantes de Jerusalén?” (v. 4). Ambas situaciones, remiten al tiempo final, inaugurado por Cristo con la predicación del Reino de Dios; tiempo de conversión y penitencia.

- Les dijo esta parábola: “Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar un fruto y no lo encontró” (Lc.13,6ss).

La parábola de la higuera estéril se salva de ser cortada y echada al fuego; se le da otra oportunidad, después de tres años de espera,  por pura  bondad de parte del dueño de la viña,  sugerencia del hortelano. La imagen de la viña, ya había sido usada por los profetas comparándola con Israel: “La viña de Yahvé Sebaot es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantío escogido” (Is. 5,7).  La parábola, interpreta el tiempo de Jesús, la última etapa de tiempo que reclama de Dios Padre. El tiempo de Jesús y de la Iglesia, es el tiempo de la paciencia de Dios, porque el juicio es inminente; se ofrece la última posibilidad de conversión y salvación. Su obra es intercesión por Israel, acción intensa por conducir a Israel a la conversión. La penitencia, será siempre importante, como había enseñado Juan Bautista, que no hay que dejarlo para mañana, que hay que dar frutos de conversión con el cambio de vida y las obras movidos siempre  por el amor a Dios y al prójimo, porque la conversión debe abrirse a la necesidades del otro. Será siempre  el amor nuevo que trae Jesucristo, por medio de su Espíritu, el que nos mueva a dejar, negación, nuestra condición, para adquirir un bien espiritual mayor. Jesús, ofrece al hombre su amor, el sacrificio de su vida en la Cruz, su vida de Resucitado, para que consiga su salvación eterna. En ese sentido Jesús fue más allá que Juan, aun sabiendo que vendrá la caída de Jerusalén, antes ofrece su sacrificio pascual en la Cruz por Israel y toda la humanidad para que encuentren la salvación (cfr. Lc.22,32; 23,34).  La Cuaresma, además de expresarse en la vida y en las obras, posee un Sacramento que hay que celebrar: la Reconciliación, el Sacramento del perdón, donde Dios nos reconcilia consigo y con el prójimo. La penitencia es camino de conversión, que señala, el cambio que se llevando a cabo en nuestro mundo interior, en dirección al Reino de Dios y sus valores.

b.- ¿Qué me dice?

- Más que pensar en quien es más pecador que yo, esta palabra me lleva a pensar en la infinita misericordia que tiene el Padre con cada cristiano que intenta reflejar en su vida a Jesús en su Iglesia.

- Me invita a orar por los que todavía no conocen la fe para que pueda ser iluminados pidan el Bautismo e ingresen en la Iglesia en camino de conversión a Jesús y su evangelio.

- La higuera me dice que los frutos que espera el Padre de mí debo dárselos porque tengo todos los medios para ello: la vida, la gracia, la palabra la oración, la eucaristía, la voluntad…

- La esterilidad para el Reino de Dios, consiste en fijarse sólo en nosotros mismos e intereses, olvidando que somos servidores del Padre, vivimos para ÉL y la comunión trinitaria como Jesús y María.

- Otros testimonios…

c.- ¿Qué le digo? ¿A qué me comprometo?

5.-Momento de oración

a.- Salmo 102,1-11: El Señor es compasivo y misericordioso.

- Bendice, alma mía, al Señor, /y todo mi ser a su santo nombre./ Bendice, alma mía, al Señor, /y no olvides sus beneficios.

- Él perdona todas tus culpas /y cura todas tus enfermedades;/ él rescata tu vida de la fosa /y te colma de gracia y de ternura.

- El Señor hace justicia/ y defiende a todos los oprimidos;/ enseñó sus caminos a Moisés/ y sus hazañas a los hijos de Israel.

- El Señor es compasivo y misericordioso,/ lento a la ira y rico en clemencia;  /como se levanta el cielo sobre la tierra,/ se levanta su bondad sobre sus fieles.

b.- Santa Teresa de Jesús: La Santa une admirablemente la vida espiritual o de oración y la santidad de la Iglesia, porque ella está al servicio de la comunidad eclesial. La oración del  Carmelo es por y para la Iglesia. “Porque me he alargado mucho en decir esto en otras partes, no lo diré aquí. Sólo quiero que estéis advertidas que, para aprovechar mucho en este camino y subir a las moradas que deseamos, no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho; y así lo que más os despertare a amar, eso haced. Quizá no sabemos qué es amar, y no me espantaré mucho; porque no está en el mayor gusto, sino en la mayor determinación de desear contentar en todo a Dios y procurar en cuanto pudiéremos no le ofender y rogarle que vaya siempre adelante la honra y gloria de su Hijo y el aumento de la Iglesia católica. Estas son las señales del amor, y no penséis que está la cosa en no pensar otra cosa, y que, si os divertís un poco, va todo perdido.” (4 M 1,7).

6.Alabanzas 

- Alabemos al Dios Padre por hacernos trabajadores de su Reino en la Iglesia para el Reino de Dios, te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre por tu Hijo que nos invita a la conversión a su evangelio a su Reino, te alabamos Señor.

- Te alabamos Padre por la Iglesia, por el testimonio del Papa Benedicto, que orando, te agradece su ministerio petrino, desde la Iglesia y Iglesia, te alabamos Señor.

- Alabamos a Dios Padre desde los enfermos, los jóvenes y sus inquietudes,  las familias cristianas y los contemplativos, desde ellos y con ellos te alabamos Señor.

- Otras alabanzas…

7.-Preces

- Por el Papa Benedicto XVI, próximo Cónclave para que el Espíritu Santo, regale a la Iglesia un buen Pastor para su pueblo. Te lo pedimos Señor.

- Por nuestro país de regreso del período estival para que este año laboral, estudiantil, sea colmado de bendiciones para todos. Te lo pedimos Señor.

- Por todos los enfermos del cuerpo y del alma, por quienes se sienten solos, los ancianos, por las familias y nuevos matrimonios para que se sientan acompañados por la Iglesia en su caminar. Te lo pedimos Señor.

- Por los que están sin trabajo para que lo encuentren, por los padres y madres de familia para que eduquen a sus hijos en la fe del evangelio. Te lo pedimos Señor.