Lectio Divina Miercoles de la Primera semana de Cuaresma - P.Julio Gonzales C. ocd

20.02.2013 12:17

 

Lecturas bíblicas

a.- Jon. 3, 1-10: Conversión de los ninivitas.

El Señor invita a Jonás, por segunda vez a predicar en Nínive la conversión y desde el rey hasta el último hombre todos hicieron penitencia (cfr. Jon.1-2).  El anuncio era, que si no se convertían dentro de cuarenta días, Nínive sería destruida (v.4).  Era la misma llamada, la misma misión  el mismo mensaje, p ero Jonás había aprendido que a Yahvé no se le desobedece; y va a Nínive. Era una gran ciudad, necesitó tres días para recorrerla y predicar el mensaje de conversión a todos sus habitantes. Tiempo, cuarenta días, número que expresa plenitud. El pueblo pasa de enemigo de Yahvé a creer en ÉL debido a la predicación de Jonás (cfr. Gn.15,6), contrapunto de Israel que no se convierte (cfr. Ez.3,4-7), contraste duro pero real; los ninivitas se convierten, en cambio Israel permanece en su actitud rebelde.  El rey hizo su proclama: “La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se  sentó en la ceniza. Luego mandó pregonar y decir en Nínive: «Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten ni beban agua. Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizás vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.» Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.” (vv. 7-10). El rey dio ejemplo a su pueblo y éste comprendió que la penitencia externa, debe ir unida a la actitud interior de vida. La petición del rey a nombre de su pueblo se cumplió: Dios se compadeció por la disposición interior que encontró la predicación de Jonás, en el  pueblo y no se cumplió la profecía. Es el triunfo del amor de Dios sobre la maldad y dureza del corazón del hombre. Condicionado sí no por el culto o mediaciones de sacrificios, muchas veces criticadas por los profetas, sino por conversión del corazón, cambio de vida. Toda una lección para Israel, y también para nosotros en este tiempo propicio para la conversión.

b.- Lc. 11, 29-32: El signo de Jonás, y el Hijo del Hombre.

A lo largo de la historia los hombres han pedido signos, ante el silencio de Dios. Primero nos encontramos con un rechazo de parte de Jesús a realizar cualquier signo con esas características, y luego, Jesús se declara como el Signo de Dios, para el tiempo presente. En una situación semejante se encontrará más tarde Pablo, cuando en Corinto, los griegos le pidan sabiduría, y los judíos, exijan signos (cfr. 1 Cor.1, 32). Los judíos buscan seguridad, exigen a Dios signos portentosos, que se manifieste con su poder, liberación de la miseria o la llegada del Reino escatológico; debían ser signos que no dejen duda alguna de su presencia. La negativa de Jesús, es definitiva y radical, no les dará ningún signo, excepto el de Jonás. El Dios trascendente de los judíos, se ha hecho hombre entre los hombres,para acompañarlos en esta vida, y hacia la casa del Padre suyo. Es en Jesús de Nazaret, donde el Dios trascendente y escatológico de los judíos, sigue obrando prodigios liberadores de todo lo que oprime al hombre, hasta hacerlo partícipe de su Pascua. En este sentido, se puede decir, que Dios ha dado un signo en Jonás, que ha perecido en el mar y vuelve a la existencia, como Jesús que de la pasión y muerte, Resucita glorioso. Este Signo,  carece de todo aquello que buscaban los judíos: su apariencia externa es humilde. Solo aquellos que tienen fe, descubren en sus palabras y obras, la realidad de la Resurrección. Salomón, en todo su esplendor,  fue signo para la reina del Sur, por la sabiduría de Dios que poseía; Jesús declara que ÉL es más que Salomón. Jonás, predicador del juicio de Dios contra lo ninivitas, movió a ese pueblo a la conversión; Jesús es más que Jonás. Ha hecho más cosas que todos los profetas, reyes  y justos del AT.; es el Signo de Dios por excelencia, y sin embargo, los hombres de su tiempo no le han recibido y no  han creído a su palabra.  Los que no han aceptado a Jesús, en el fondo, no han reconocido que ÉL, es camino hacia el Padre.También hoy,  muchos exigen signos apodícticos: como quitar la violencia del mundo, el hambre de los pobres, acabar con los ateos o tibios en la fe, etc., para que el mundo crea en Dios. Jesús, fue tolerante en el sentido de proponer el evangelio como camino de salvación, la misma pedagogía sigue la Iglesia al predicar el evangelio a toda criatura. Estamos en el tiempo de la paciencia de Dios, aprovechemos este tiempo, convirtiendo el corazón, al evangelio de Jesús, Sabiduría y Resurrección nuestra.

A la Santa Madre Teresa de Jesús, le llegó también su hora de convertirse al Señor Jesús, los ejemplos de los Santos la ayudaron. “Pues ya andaba mi alma cansada y  aunque quería  no la dejaban descansar las ruines costumbres que tenía. Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allí a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme cabe El con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle... Mas esta postrera vez de esta imagen que digo, me parece me aprovechó más, porque estaba ya muy desconfiada de mí y ponía toda mi confianza en Dios. Paréceme le dije entonces, que no me había de levantar de allí hasta que hiciese lo que le suplicaba. Creo cierto me aprovechó, porque fui mejorando mucho desde entonces.” (Vida 9,1 y 3).